
Premios
2000: Premios César: Mejor Banda Sonora
Vengo-Gitano quiero ser libre es el cuarto filme de Tony Gatlif en sintonía con el universo gitano. Esta vez el director argelino nos pone frente a la tragedia de un clan familiar, a partir de una combinación de ficción entrelazada con pinceladas documentales, donde la música y el canto juegan un rol fundamental para la trama.
La primera escena de la puesta es un largo y expresivo pasaje musical intercultural -a cargo del sufí, Sheikh Ahmad Al Tuni, y el guitarrista flamenco Tomatito que le sirve al director para ubicar la música en el mismo nivel de importancia que a los protagonistas.
El héroe de esta tragedia de Gatlif es el reconocido bailaor y coreógrafo sevillano, Antonio Canales -Caco en la ficción-envuelto en una deuda de sangre con otra familia de cíngaros que le exigen reparación sin dilaciones.
Si El extranjero loco es una película extrovertida, de encuentros (entre un joven, que busca la música gitana que amó su padre, y un viejo cíngaro lleno de vitalidad), Gitano quiero ser libre apunta a los sentimientos que nacen con la fuerza de lo incontenible, en esta estirpe de seres humanos que llevan la música en el cuerpo, como parte constitutiva de su ser, en todos los órdenes de la vida: en las buenas y en las malas, en el ocio y en el trabajo –la escena de las viejas cosechando aceitunas con la música atrás lo corrobora-, en las alegrías y en las tristezas. “Cada noche pondré una vela por ti” le escribe Caco a la tumba de su hija, pero también “Cada noche abriré una botella por ti”, y no se trata sólo del trago para conseguir el olvido, sino de la bebida que se comparte en las fiestas, ese lugar de goce común, de unión, que no necesita un escenario ni finalidad determinados, sino la predisposición de un conjunto de seres viscerales, capaces de sufrir, cantar y bailar al mismo tiempo.
El tema del honor y la sangre derramada que clama por venganza, podría ser considerado un tópico usual, un lugar común para una puesta sobre gitanos, pero Gatlif saca cosas de lo profundo de los protagonistas, que no cualquier director podría conseguir y pone el acento en lugares no usuales. Esto es lo original, tal vez no el tema. El filme no tiene actores profesionales en su elenco, a excepción del andaluz Antonio Pérez Dechent, con el papel del Primo Alejandro, en el filme la mano derecha de Caco. Para dar una idea sobre la manera en que el director acostumbra a filmar, es instructivo leer la entrevista al actor Pérez Dechent que se publica aquí mismo en Canal OK (www.canalok.com/cine/reportajes/antonioperezdechent.htm).
La música de la puesta, por último, obtuvo el Premio Cesar 2001; y toda la película el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Estambul.
EXCELENTE
La película de Vengo ha sido, hace años, uno de los mayores descubrimientos cinematográficos de mi vida. Es de ese tipo de películas que "o te gustan mucho, o no te gustan nada". Es una película natural y expresiva. No es uno de los mayores argumentos de la historia, pero esta película va más allá. Es tanto lo que muestra, tantos detalles, que no necesita de un superargumento. La banda sonora es INCREIBLE.
Yasmina Cañizar del Olivar (España)
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