
A la sombra del sol, de Silvio Caiozzi y Pablo Perelman, se estrenó en el cine Las Condes de Santiago (Chile), la noche del 28 de noviembre de 97 . Fue el primer largometraje nacional realizado durante la dictadura militar. A poco más de un año del golpe de Estado, Chile vivía a la sombra del terror. Para un sector de la población, la atmósfera estaba contaminada por el miedo, una sensación de peligro instaurada como signo de una catástrofe en desarrollo. En la mañana del día siguiente al estreno del film, dos miembros del equipo realizador la continuista, Carmen Bueno (22 años) y su pareja, el camarógrafo Jorge Müller (27 años), eran detenidos por los servicios de seguridad del régimen, para luego ser trasladados a Villa Grimaldi, un centro de tortura, y luego a Cuatro Alamos, un campo de prisioneros. Días más tarde ambos engrosaron la lista de detenidos desaparecidos. Hasta hoy, nada se sabe de ellos. A la sombra del sol se inscribió en la historia del cine chileno bajo el signo de una doble tragedia política, el colapso de la “vía chilena al socialismo” y la pérdida de sus colaboradores. Esta marca indeleble introducida por la historia política no sólo se inscribió en las vidas de estos artistas y el devenir de su obra, pues en los intersticios del film (como obra visual) también quedó registrado el gesto de un modo expresivo y cultural que había llegado a su fin. Positivada en la imagen de la cinta habita la huella visible de ese “hombre nuevo” reverenciado como esperanza y salvación de toda injusticia, anhelo que pocos meses antes era el horizonte de la utopía de una revolución socialista,cuyos protagonistas daban por hecho, negándose a imaginar el desastre.( Francisco Gallardo)
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