A
principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation desarrolló un
nuevo tipo de robot llamado Nexus, un ser virtualmente idéntico al
hombre y conocido como Replicante. Los Replicantes Nexus-6 eran
superiores en fuerza y agilidad, y al menos iguales en inteligencia, a
los ingenieros de genética que los crearon. En el espacio exterior, los
Replicantes fueron usados como trabajadores esclavos en la arriesgada
exploración y colonización de otros planetas. Después de la sangrienta
rebelión de un equipo de combate de Nexus-6 en una colonia sideral, los
Replicantes fueron declarados proscritos en la Tierra bajo pena de
muerte. Brigadas de policías especiales, con el nombre de Unidades de
Blade Runners, tenían órdenes de tirar a matar al ver a cualquier
Replicante invasor. A esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba
retiro. Los Ángeles. Noviembre 2019. En un futuro de neón, publicidad
ubicua y vapores masticables, Harrison Ford persigue, por una
deshumanizada y mestiza megalópolis, unas máquinas con ansias de
inmortalidad. ¿Qué decir de uno de los grandes clásicos de la
ciencia-ficción? Magistral en su desarrollo, brillante en su formato,
inquietante en su trasfondo. Tras "Alien" (1979), Ridley Scott vuelve a
deleitarnos con otro film insuperable, sublime, adulto. "He visto cosas
que vosotros no creeriais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He
visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Es hora de morir...". Ante frases como ésta, poco más se puede añadir.
Blade Runner... ¡Incluso el título es perfecto! (Pablo Kurt:
FILMAFFINITY)
"Recuerdo la hipnótica y tenebrosa 'Blade Runner' por su agobiante atmósfera, por su lírico sentido de la tragedia, por su nunca gratuita violencia, por Harrison Ford, hastiado y antiguo cazador de replicantes, por el romántico discurso que se larga el agónico Rutger Hauer..." (Carlos Boyero: Diario El Mundo) mas info>
"Recuerdo la hipnótica y tenebrosa 'Blade Runner' por su agobiante atmósfera, por su lírico sentido de la tragedia, por su nunca gratuita violencia, por Harrison Ford, hastiado y antiguo cazador de replicantes, por el romántico discurso que se larga el agónico Rutger Hauer..." (Carlos Boyero: Diario El Mundo) mas info>
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